top of page

conclusión del prácticum II

Cuando llegué al periodo de prácticas de nuevo pensé en todo lo que iba  mejorar como docente, todo lo que iba a ofrecer a los alumnos tras todo el bagaje académico que tenía ya a mis espaldas tras tres años y medio de carrera. Pero en lo que más pensé fue en las cosas que los niños me iban a ofrecer en esta nueva etapa. Se suele decir que el docente está para impartir clase a los alumnos y es del todo mentira, pero lo que si es verdad, es que a alguien que disfruta de la docencia hace más que eso, pues se lleva experiencias inolvidables que le darán lecciones de vida maravillosas. Tengo una gran suerte de pertenecer a este gremio y siento en el corazón que estás prácticas solo me han reforzado más aún la idea, si cabe, de que esta gran profesión me va llenar para toda la vida.

Pues bien ahora me gustaría hablar de lo prometido. ¿Mereció la pena luchar por utilizar algo como la gamificación a pesar de los resultados obtenidos? Mi respuesta es clara: por supuesto, es más estoy ardiente en deseo de poder dar clase como maestro y volver a utilizar este método. No ha sido una equivocación realizar dicho estudio, proyecto, metodología... o como lo queráis llamar. Mis sensaciones fueron buenas todo el tiempo y seguramente todo esto falló porque los alumnos no se terminaron de amoldar a esta nueva metodología, pero estoy seguro que un uso de esta herramienta de aprendizaje a más largo plazo, puede conseguir resultados espectaculares. Desde aquí yo animo a todo el mundo que tiene que ver con esta profesión, que no tenga miedo de innovar, que pruebe cosas nuevas, los alumnos lo notan y final lo agradecerán.

bottom of page